La conversión es un proceso de por vida, iniciado por Dios, ganado por Cristo y dirigido por el Espíritu Santo. Es una obra que Dios mismo lleva a cabo dentro de nuestro ser al llegar a renacer en Cristo. Es una obra de restauración, consuelo, sanidad, y liberación.
Esta restauración abarca todos los aspectos de nuestra vida: la mente, el espíritu, el cuerpo físico todo nuestro ser.
Incluye: la limpieza de pecados, el cambio de actitudes y pensamientos, la liberación de ataduras, la sanidad de emociones, sentimientos, recuerdos dolorosos y de las heridas del pasado. Involucra aun la restauración de nuestra auto imagen y la autoestima al centrar nuestra verdadera identidad en Cristo.
La conversión integral
puede renovar nuestra motivación, sentido de la vida, estado de ánimo y aun la
salud física.
Cuando le duele el
cuerpo revise su Espíritu, cuando el alma calla el cuerpo grita; porque las
cosas que vemos están hechas de cosas que no vemos, esto nos dicen los
científicos que trabajan con átomos.
Más que nada, la
conversión integral es el proceso por el cual Cristo restaura las áreas de
nuestras vidas que han sido molidas, lastimadas, infectadas y torcidas por el
pecado de otros o el nuestro. Paulatinamente Dios mismo nos conforma a la
imagen de su amado hijo, Jesucristo.
Reflexión de la Sanación del Paralitico.
Marcos 2,1-12
El Señor Jesucristo, medico de
nuestras almas y de nuestros cuerpos, que perdonó los pecados al paralítico y
le devolvió la salud al cuerpo.
En la
curación al paralitico, la sanación y la salvación están en concordancia, desde
el perdón de pecados viene la curación integral. Soy salvo, soy sano el mismo
lenguaje, a esto la ciencia le llama somatización, relación entre la parte
espiritual, psíquica y física. Un odio se somatiza en cáncer; la ansiedad,
preocupaciones en gastritis, migrañas entre otros; los trastornos emocionales
se reflejan en la parte biológico.
De igual manera cuando se inicia el proceso de entrega de la
culpa, odio, amargura, celos, desordenes de todo tipo, se ve la mejoría en el
cuerpo físico, actúa la fe, como en el caso del paralitico y los cuatro
amigos que lo llevaban, por eso cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al
enfermo: "hijo mío, tus pecados quedan perdonados. A ti te
digo, levántate toma tu camilla y vete a tu casa", esto es
salvación, sanación, restauración, conversión, le devuelve su dignidad como
persona.
Inicia tu proceso de conversión, el
Señor Jesucristo quiere restaurarte íntegramente.
"Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo." (1 Tesalonicemses 5, 23)
Escuchemos el audio del padre Ernesto María Caro
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